Cómo ligarte a tus clientes a través de las Redes Sociales

¿Te has parado a pensar alguna vez qué haces o hiciste cuando te “ligaste” a  aquel compañero/a? ¡Sacaste todas tus armas! Mostraste tus mejores dotes, exhibiste tus capacidades y sacaste una vestimenta que impactaba… todo ello unido a un poco de esfuerzo y trabajo lo tenías en el bote. ¿Por qué no intentamos hacer lo mismo con nuestros clientes?

Afortunadamente tienes todas las herramientas para hacerlo. Estás en la era digital, tienes a todos tus clientes actuales y potenciales en un lugar perfecto para expresarte, escuchar, servir y dar opinión: las Redes Sociales.

Si el comportamiento de los mercados y de los consumidores ha cambiado, vamos a subirnos al carro, ajusta tu estrategia y enamora.

Plataformas prácticas, útiles, fáciles de usar, directas y eficaces. Perfectas para aprovecharlas como nuevos canales de atención al cliente. Sólo tienes que pensar bien el plan (un plan que enamore): Quién/quiénes son mi objetivo, qué capacidades (productos) quiero mostrarles, en qué plataformas están esos clientes y qué voy a hacer para no ahuyentarlos.

 

1. Céntrate en tu objetivo
Sí, no puedes enamorar a todos, ¿verdad?
Recuerda que todo el mundo no es tu cliente, ni puede serlo. Define tus clientes potenciales. No es difícil, los clientes que necesitas están más cerca de lo que puedes creer. Pregúntate: quién puede demandar mis servicios, qué edad tienen, gustos, preferencias, estilo de vida, qué plataformas sociales usan… Monitoriza las redes sociales con herramientas que tan a la mano tenemos hoy día (Hootsuite o Facebook Insights, como ejemplos) y sobretodo, nunca, les pierdas de vista.

 

2. Preséntate y llama la atención

Quién eres, qué haces, muestra frescura y transparencia. Sé creativo y enséñalo con fotos, ¡da la cara! Lo importante no es saber hacer las cosas sino cómo lo transmites.
Enamora a tu cliente o se irá con otro, hazlo de manera creativa, no te será muy difícil. Plantea concursos, promociones de su interés, ofréceles un descuento por registrarse en tu web, incita a la participación y compártelo siempre en las Redes (puedes crear hashtags atractivos para ello).

 

3. Que hablen de ti.
Haz ruido. Además de conseguir que compren tus productos, haz que te recomienden y conócelos a ellos también. Pide a tus clientes actuales que hablen de ti, ¿qué les ha parecido aquello que han comprado? Interactúa con ellos mediante Redes como Twitter o Facebook, comparte contenido,  difúndelo e influye en decisiones de terceros. Si tienen alguna queja o problema atiéndeles y contesta SIEMPRE, como si de un teléfono se tratase. Cada cierto tiempo monitoriza tu reputación online y comprueba lo que se está diciendo sobre ti.

 

4. ¡No al ego!
Escribir o expresar lo que tú quieres y no lo que tu cliente quiere de ti: ¡ERROR!
En el paso 1 ya definiste a tu cliente objetivo. Céntrate en ellos, en sus gustos y preferencias, en lo que más comparten y dales lo que ellos demandan.

 

5. Cuídalos, siempre.
Los clientes fieles son un bien escaso. Cuidarlos es una prioridad obligatoria para cualquier empresa. Una vez lo hayas enamorado cuídalo para que no se canse y acabe abandonándote. Haz que repita la compra, envíale un obsequio, una felicitación o un vale descuento por su cumpleaños. Es fácil tenerlos contentos 🙂

 

6. Sin atosigar
Sé constante, pero evita resultar cansino. Elige bien el momento de compartir contenido,  estudia las franjas con mayor número de seguidores como audiencia y no tendrás que repetir el contenido demasiadas veces. Determina qué línea quieres seguir en cada plataforma social, no tienes por qué publicar lo mismo en Twitter que en Facebook (por ejemplo). Reserva un tipo de mensajes para cada red. Recuerda que en Twitter sólo tienes 140 caracteres y en otras redes puedes explayarte más (mide tu información).

 

 7. Mide tus resultados
Y todo esto no sería efectivo si no hacemos una medición del ROI en redes sociales. Y sí, ésta medición puede demostrarse en forma de ventas. ¿Qué resultados he obtenido de mis campañas en Social Media? Esto nos dará como resultado una cifra que representará los ingresos obtenidos por las acciones llevadas a cabo, descontando los costos de la inversión. ¿He obtenido los resultados que pensaba, qué he hecho bien, he de cambiar algo?